Durísima subida granadina. Es una de las grandes ascensiones peninsulares, un poco por debajo del Angliru, aunque con rampas superiores. El ascenso comienza al paso por la pedanía de Torrecuevas, en la carretera que une Almuñécar con Jete. El inicio viene señalizado, así como en todos los cruces que nos encontremos, ya que en la cima se encuentra un zoo (parque de la naturaleza). Al poco de iniciar la ascensión nos encontraremos con una rampa que llega al 18%, seguida posteriormente de otra al 14%, todo esto dentro del primer kilómetro. Seguidamente vienen otros dos kilómetros que alternan subidas y bajadas, pasando por debajo del viaducto de la A-7. Se llega a un cruce, donde recto iríamos a una serie de cortijos, cogiendo nosotros hacia la izquierda, bajamos unos metros, pasando por el cauce del río Seco (hay muchos ríos con este nombre) y ahí empieza el primer tramo duro. Son dos kilómetros a más del 12%, com rampas que llegan en varias ocasiones al 20%. Superados estos dos kilómetros la pendiente empieza a disminuir, alternando rampas duras e ncluso algún descenso durante 4km. De esta manera hemos llegado al km 9. Mirando los porcentajes medios ahora nos enfrentamos a un km que no llega al 7%, pero cuidado, se inicia con un descenso y de repente se afronta uno de los tramos (para mí elt ramo) más duros de la ascensión, más de 300m al 20%, con una primera punta que llega al 25%. Suaviza la carretera pasado este tramo y ya estamos ante los 4 últimos km, que tienen una media superior al 14%. Iniciado este tramo, la pendiente va creciendo poco a poco, hasta llegar al 23%, poco antes de pasar la barrera que da entrada al zoo. Hay una caseta, una valla y un paso canadiense. En la caseta no había nadie cuando yo pasé por allí, había un cartel que indicaba el horario durante el cual la valla estaba abierta, así que para adentro, aunque cuidado con el paso canadiense, está muy espaciado, unos 15cm, así que mejor pasarlo a pie. El asfalto sigue siendo perfecto, y así seguirá durante un km más, el más duro de todos, ya que tiene una media del 16,5%. Eso es la media, pero es que va a rampas, que llegan al 27%, es muy agónico. Cuando faltan dos kilómetros para la cima, el asfalto desaparece y aparece el cemento, así como las jaulas de los primeros animales, de manera que es una buena excusa si uno quiere descansar un poco. Al llegar a este tramo cimentado, la pendiente disminuye durante unos cientos de metros, pero el estado del mismo no es bueno, es conveniente buscar el mejor trazado posible, pero las pendientes vuelven a aumentar bruscamente, superando ampliamente el 20% en varios tramos, sobre todo en uno a un km de la cima, con el cemento en mal estado y con una rampa de más de 100m al 21%. Si se supera esta zona ya queda algo menos de un km para llegar a la cima. A falta de 100m parece que la escalada concluye, pero no, hay que coger la carretera cimentada que sube por la izquierda, últimos 100m al 20% hasta llegar a la cima de la montaña, donde hay una caseta que marca el final de la ascensión. Las sombras son muy escasas, y el sol en verano aprieta mucho, tampoco hay fuentes, así que estáis avisados. Particularmente me costó más subir esta Peña Escrita que el Angliru, ya que este último es más regular y mejor asfaltado en general.